¿Quién lo dejó entrar con hambre?
Tener a Muzz en tus manos parece suerte… es adorable, pero un peligro. Ama la comida, pero lo que no sabe es que... ¡ningún plato llega a la mesa!
La carta de Muzz no cocina, solo se dedica a comer platos principales ya preparados por tus rivales. ¡Y lo peor es que se los come todo! La ratita glotona contamina y destruye los esfuerzos ajenos, borrando los puntos que ya habían conseguido. ¡Caos en cada bocado!
¿Te atreverías a dejarle a Muzz la tarea de "destruir" el plato de tu rival?
Elimina los puntos del último plato preparado del siguiente jugador.